Despedirnos de la gente que queremos o de quienes nos hacen sentir bien, o de aquellas personas con las que estamos a gusto, siempre nos cuesta.
Algo así nos ocurre en este primer trimestre, pese a que tenemos el convencimiento de que las personas a las que decimos adiós se van de nuestro cole a disfrutar de una merecidísima jubilación y nos dejan un montón de recuerdos, anécdotas, esfuerzo, trabajo e ilusión. Sabemos que se van con la satisfacción de un trabajo bien hecho, variado, a veces complicado, otras más creativo, pero siempre hecho con gran profesionalidad, rigor y entusiasmo.
La persona que se acerque hoy a la entrada de nuestro nuevo cole, a lo mejor no sabe qué hace casi cuarenta años, dos jovencísimas maestras empezaban en la zona de Gallineras a poner el germen de lo que es hoy la Educación Permanente en San Fernando. Pepa y Cruz, Cruz y Pepa han sido las primeras arquitectas de esta estructura de contenidos, sueños, alfabetización, Graduado Escolar, Formación Básica…, que hoy sustenta nuestro proyecto ilusionante e ilusionador.
Además, Pepa ha sido nuestra gran organizadora: la que nos ha ayudado a mantener el orden en armarios, cajones, aulas, archivos, materiales… no le tenía miedo a nada, y siempre ha sabido encontrar un espacio para cada cosa.
En los últimos cursos ha puesto al servicio del centro su gran fuerza creativa y sus habilidades con los flecos y la restauración de muebles.
Pepa y Cruz, junto con Loli, la monitora, nos han dado el regalo magnífico de esas pasarelas de trajes de flamenca, por las que han desfilado con tanto arte, elegancia y poderío tantas de nuestras mujeres y sus hijas y nietas.
De hecho, ¿a quién no le ha sorprendido de vez en cuando el taconeo de Cruz por algún pasillo del cole? Su espíritu crítico, buscando siempre la mejora, sin conformarse y su gran empatía con todo el alumnado son dos de sus armas que más vamos a echar de menos.
Ella, también con otra monitora, Tere, puso en marcha el plan de Cocina emprendedora, que tan buenos olores y sabores nos ha hecho disfrutar.
Y si tuviéramos que ponerle rostro a la Educación de Secundaria semipresencial en nuestro centro, probablemente sería el de Oliva. Desde que empezamos con ese reto ella ha estado ahí, tanto como docente del ámbito científico como el de comunicación; desde la docencia y desde su labor de coordinación con la jefatura del IES. Ella ha quitado muchos miedos respecto a las dificultades de los contenidos, haciéndolos claros y accesibles para todos, y se ha implicado cien por cien con cada uno de sus alumnos y alumnas.
Y qué decir de Inma, que en cantidad ha sido menos tiempo, pero cuya intensidad va a hacer que su ausencia nos duela igual. Ya se echa de menos escucharla hablar de escultores, edificios, pintores…, y crearnos las inmensas ganas de viajar para ver todas esas maravillas. Nos ha ayudado, desde su gran bagage anterior, a relativizar y a ponernos metas sin agobiarnos ni culpabilizarnos cuando las cosas no salen como queremos.
Para las cuatro: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
Somos mejores gracias a todo lo que nos habéis dado; seguimos teniendo por delante muchos retos y nuevos caminos, pero llevaremos la mochila con tanto compromiso, dedicación, implicación y ganas que le habéis puesto a cada día.
Y, ahora, a disfrutad de una nueva página de vuestra historia, que es también un poco nuestra.